domingo, 21 de febrero de 2010

Asturias y una de cabrales

El fin de semana pasado estuvimos en Asturias... no sabría deciros con que me quedaría, si con la playa y al fondo los picos de Europa nevados, con la espectacular gastronomía o con sus preciosos pueblos a la orilla del Sella. En cualquier caso, guardo un bonito recuerdo, y ganas de volver a ir.
Paseando por Ribadesella, me topé con un escaparate que me dejó boquiabierta, se trata de la Confitería La Veguina, hacen maravillosas obras de arte con el chocolate, aquí os dejo una muestra para que lo veais, si queréis más información podéis encontrarla aquí.

En casa somos muy amantes de los quesos, ni que decir tiene que ni un sólo día hubo que no comiéramos algun plato que llevara cabrales. Y no suficiente con eso, me traje uno para Madrid.

Como sabréis el cabrales es un tipo de queso azul, elaborado con leche de vaca, oveja y cabra, se puede utilizar en un montón de recetas; se puede comer con un buen membrillo y un poco de pan, para elaborar salsas, etc. Ésta vez yo lo he usado para elaborar la salsa, del siguiente plato:

CONCHIGLIE CON SALMÓN Y SALSA DE CABRALES Ingredientes: - pasta al gusto (yo conchiglie de colores) - agua y sal para la cocción - 2 cucharadas de nata para cocinar - un chorrito de leche - una loncha grande de salmón ahumado - un trocito de queso cabrales - un puñado de piñones

Elaboración: En un cazo con abundante agua hirviendo con sal, añadimos la pasta y cocemos, según indicación del fabricante, a nosotros nos gusta más bien al dente, pero eso ya es a gustos. Una vez cocida, escurrimos y reservamos. En un cazo o bol apto para el microondas, ponemos 2 cucharadas de nata para cocinar, y el queso cortado a trozos, introducimos en el microondas, a máxima potencia (el mío es de 750W) un minuto y medio aproximadamente, terminado el tiempo si vemos que el queso todavía está un poco entero, volvemos a introducir en el microondas otro minutito, pero tened cuidado que se puede quemar, hay que vigilarlo mucho. Cuando ya veamos que se ha fundido bien, mezclamos con una cuchara y si nos ha quedado muy espeso, añadiremos un chorrito de leche. Reservamos hasta que temple un poco. Por otro lado cortamos el salmón a tiritas pequeñas, y ya podemos emplatar; ponemos la pasta, el salmón y regamos con la salsa de cabrales, finalmente añadimos un puñado de piñones y ¡listo para comer! NOTA: Este tipo de salsas, pueden servir también para acompañar carnes a la plancha, al horno o también para guarniciones con patatas. Se puede elaborar con cualquier tipo de queso azul, roquefort, gorgonzola, el que más os guste.

domingo, 7 de febrero de 2010

Crema de verduras

El pasado mes de enero ha sido especialmente frío por aquí. Para mí la nieve es bastante inusual debido a que vengo de Barcelona, donde aunque haga mucho frío nunca llega a nevar debido a la gran humedad que hay. El año pasado, seguro que muchos lo recordáis, cayó una gran nevado el día 9 de enero, y este año empezó la cosa igual, la gran nevada esta vez fue el día 11, yo ni siquiera pude ir a trabajar.
La verdad es que el paisaje es immejorable, y desde aquí que tenemos unas estupendas vistas, no dejaba de mirar por la ventana para disfrutar de ellas.
Bueno y dejando aparte el frío, vamos con la receta de hoy, que no deja de ser una simple crema de verduras, yo soy poco amiga de las verduras, y mucho más de los pures, pero si es una crema ligerita como ésta, me la puedo tomar sin problema.

Ingredientes
- 1 zanahoria
- 1 puerro
- 1 apio
- medio nabo
- 2 patatas
- 1 calabacín
- 4 o 5 judías verdes
- 1 cucharada de queso cremoso
- aceite, agua, sal y pimienta
Elaboración
Limpiar todas las verduras y cortarlas a trozos no muy pequeños, ponerlas en la olla exprés con un poco de sal, las cubrimos de agua y programamos al 2 unos 15 minutos aproximadamente dependiendo de cada olla.
Una vez cocidas las verduras, yo aparto un poco de caldo de cocción por si le tengo que añadir al final, si ha quedado muy espesa. En la misma olla, añadimos el queso, y rectificamos de sal, y batimos con la batidora, vamos añadiendo agua hasta que consigamos la consistencia deseada.
Finalmente servimos en un plato, y adornamos con un chorrito de aceite y pimienta negra recién molida al gusto.
Como veis se trata de un plato muy sencillo, que nos puede solucionar un primer plato o una cena en este invierno.
NOTA: El caldo que nos sobre yo lo suelo congelar y tengo un caldo de verduras casero para añadir a cualquier otra comida.